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jueves, 7 de septiembre de 2023

VIII, Egun-sentia, IX, Illunabarra

VIII – Egun-sentia.

IX – Illunabarra.

Por Ramón Artola.

(Dialecto guipuzcoano.)

Estas dos pequeñas composiciones constituyen otros tantos bellísimos cuadros del género descriptivo.

La aurora o el alba, y el anochecer o crepúsculo nocturno son los asuntos, eminentemente poéticos, elegidos por su autor, que aficionado a esta clase de trabajos, prepara en estos momentos otros cuadros análogos, destinados a la descripción de las estaciones. (Uda-berria, uda, uda-azkena, negua.)

Ramón Artola, como indiqué ya en otra ocasión al ocuparme de él, (1: Cancionero, serie I, tomo III, páginas 81-82) es un modesto artesano que llevado de su amor al trabajo y de su afición a la lengua nativa, cultiva con verdadero deleite la poesía bascongada.

Gracias a su constancia nótase cada día más perfección y un mayor grado de corrección en sus producciones, entre las que se cuentan algunas verdaderamente estimables, y alcanzó en el Concurso celebrado en Elizondo el mes de julio de 1879 el honroso y deseado makilla, como premio por una versión guipuzcoana del celebrado Canto de Altabiscar.

Egun-sentia e illunabarra forman parte de su Álbum de poesías inéditas, del que el señor Artola ha tenido la bondad de ofrecérmelas para su publicación en esta serie del Cancionero.


Egun-sentia.

Onen etorrera da

Biotz pozgarriya, (1)

Dagüen denboran zeru-

Azpia garbiya;

Izarrak joaten dira

Galdubaz argiya,

Gelditzen dalarik, bat,

Ura illargiya,

Itsasora jechiyaz

Lo artuban iya. (2)


Beren izkeran agur

Egiñaz Jaunari

Chori chikiyak asten

Dirade kantari;

Gaisuak ontan diran

Bitartean ari,

Indarrak laburtuta

Arratz illunari,

Jaioera ikusten

Zaio egunari.


Sortegiko aldean

Azaltzen da ontan

Zillarrezko zinta bat

Zerubaren mugan;

Gero ugariturik

Argitasuna an,

Balegoke bezela

Urrutiya sutan,

Iruzkia sortzen da

Mendiyaren puntan.


(1) Pozgarria, vale literalmente tanto como alegrable, permítaseme la expresión.

(2) Lo artuban iya. "Casi casi dormida". La frase es muy gráfica, pues determina perfectamente, y de una manera harto original, la languidez propia de este astro, en los momentos próximos a su desaparición.


La aurora.

¡Cómo alegra el corazón su llegada, cuando el horizonte se muestra claro y despejado! Las estrellas van perdiendo poco a poco su luz, y queda en el firmamento un solo astro, la luna, que baja al mar casi, casi, dormida.

Los pajarillos comienzan a saludar al Creador en su especial lenguaje, y mientras ellos cantan, agótanse sus fuerzas a la oscura noche, y muéstrase el nacimiento del nuevo día.

Asoma en esto por Oriente, y en los límites del espacio, ancha franja de plata, aumenta gradualmente su luz cual si el lejano horizonte se hallara inflamado, y tras la cima de la montaña hace su aparición el astro del día.


Illunabarra.


Iruzkiya asten da

Jechitzen, jechitzen,

Dizdizera ederra

Zaiola guchitzen,

Diamantezko printzak

Zaizkanean galtzen

Urrezko bola baten

Ichuran da jartzen,

Eta geldi geldi-da

Itsaspera sartzen.


Jiratzen dan denboran

Itsaspe aundira

Paletako kolore

Guztiak an dira;

Ain pintura pollitak

Goien jartzen dira,

Ustetzen da zeruba

Auspez dala jira, (1)

Ezin azper liteke

Berari begira.


Sarri beltzez janzirik

Zabalde guziya

Chori chikiyen kantik

Ez da aitzen iya,

Izarrez apaintzen da

Zerupe garbiya

Eta bazter denari

Emanaz argiya,

Azaltzen da goi-farol

Eder illargiya.


(1) Auspez dala jira, lit. que se ha vuelto del revés, que se ha invertido el firmamento para permitir la contemplación de las bellezas que tras de sí oculta.


El anochecer.

El Sol comienza a declinar, perdiendo poco a poco su hermoso brillo; ájanse y se debilitan sus diamantinos rayos, pónese semejante a una bola de oro, y lentamente, lentamente, se va ocultando allá en el fondo del mar.

En el momento en que penetra bajo las ondas del dilatado Océano, muéstranse allá todos los colores de la paleta, y el horizonte ofrece un cuadro tan bello, que no parece sino que el Cielo se ha invertido, de tal suerte que es imposible cansarse de contemplar tan admirable espectáculo.

Muy luego, vístese de negro el dilatado espacio, los pajaritos enmudecen, dejando apenas escuchar su canto, adórnase de estrellas el limpio firmamento, y asoma, derramando su luz por todas partes, la luna, la nocturna antorcha.

Vocabulario basco - castellano - francés - A - Z

Vocabulario basco – castellano – francés de todas las voces euskaras contenidas en este volumen. (N. E. Consultar también  https://euskara-e...