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lunes, 4 de septiembre de 2023

III. - María, IV. - Aingeru bati, Elizamburu

III. - María,

IV. - Aingeru bati,

por

J. B. Elizamburu.

Dialecto labortano.

Mi estimado amigo el Sr. Elizamburu, a quien conocen antes de ahora los lectores del Cancionero, es uno de los poetas de quienes se enorgullece hoy con más razón la región de Labourd, que le cuenta en el número de sus más notables y predilectos escritores.

Elizamburu, nacido en el corazón mismo de Labourd, en uno de los pueblos en que se conserva más vivo el amor a la lengua y el culto a las antiguas costumbres del país, que no han sido bastantes a entibiar en él treinta años de continuada ausencia; hombre de una muy regular instrucción, y sobre todo de excelente gusto, lleno de cariño hacia las montañas que le vieron nacer y admirador entusiasta de sus patriarcales tradiciones, es uno de los poetas, cuyas producciones, llenas de encanto, se leen con el mayor placer y el más puro deleite.

Elizamburu, dotado de un exquisito sentimiento y de un gran instinto poético, sabe elegir con el mayor tino los asuntos para sus sencillos y populares cuadros, y poseyendo, como posee, una imaginación viva, que le proporciona hermosas alegorías y bellísimas imágenes para adornarlos, un lenguaje dulce y armonioso, y una frase castiza y elegante, no es extraño que sus composiciones encuentren tanto eco en el país, y sean tan apreciadas de los aficionados a nuestra poesía.

Las dos composiciones que reproduzco a continuación, de índole esencialmente distinta dentro de un mismo género, no son de las menos apreciables de entre las que figuran en su pequeña colección.

María es un cuadro de carácter realista, en el que el autor critica de una manera suave y delicada la tendencia de las Jóvenes que empiezan a mostrarse hostiles al trabajo de los campos, en el que han sido siempre las infatigables compañeras, las inteligentes cooperadoras del agricultor bascongado; Aingeru bati, es la descripción, llena de espiritualismo, de un ángel que el poeta ha encontrado en su camino, o lo que es más probable, que ha forjado en su mente, al calor de la inspiración, en uno de sus sueños de poeta.

Ambas son bellísimas producciones, y serán desde luego saboreadas por el lector, que no podrá menos de admirar sus bellezas de estilo.

Elizamburu es, sin duda alguna, el poeta labortano cuyos escritos rebozan más dulzura y delicadeza; es el Vilinch de Labourd; y hasta tal punto encuentro semejanzas entre ambos escritores, que creo, que estudiando detenidamente sus composiciones, no sería difícil encontrar muchísimas coincidencias, y no digo plagios, porque me consta que ni Vilinch ha conocido un solo trabajo de Elizamburu, ni éste tuvo noticia alguna del poeta easonense hasta que vieron la luz los primeros cuadernos del Cancionero.

María fue presentada al Concurso poético del año 1866, en el que obtuvo un premio, y se halla escrita sobre la música de un antiguo aire popular (Ikhazketako mandoa), que, trascrito para canto y piano, incluyo en el Apéndice de música, que aparece al fin de este volumen.

Aingeru bati, ha sido a su vez calcada sobre una romanza de A. Adam (Ópera, Si j' étais roi, Acto I, n.° 2.), de sabor eminentemente bascongado, (como puede apreciar por sí mismo el lector, que la encontrará también en el citado Apéndice), y que indudablemente ha sido recogida en nuestro país.

Las traducciones francesas, que acompañan a ambas composiciones, han sido hechas por el Sr. Elizamburu (1), expresamente para el Cancionero.

(1) Elizamburu, nació en el pueblecillo de Sara en 1828; ingresó voluntariamente en el ejército francés en 1849 (y no en 1829, como por error de imprenta apareció en el tomo II, serie II, página 23), ascendió a oficial en 1858, ingresó más tarde en los granaderos de la guardia imperial, de la que era teniente en 1866, al escribir su composición María, y capitán en 1870, y habiendo pedido su pase al servicio pasivo en 1876, a consecuencia del delicado estado de su salud, obtuvo su retiro definitivo en 1879, regresando a su amado país natal, del que ha vivido alejado durante treinta años, y fijando poco después su residencia en su pueblo nativo, en el que hace una tranquila y modesta vida.


III.

María.


Bertzek erran baitute nik baino lehen:

“Hainitz adituz dela hainitz ikhasten”

Uste dut on den,

Nik dakidan bezala guziek arren

Jakin dezaten,

Beraz aipha dezagun Maria nor den.


Aztal biribil eta zangar hertsia, (1)

Eskuaren betheko zango bihia (2)

Ttiki-ttikia, (3)

Golkho bat aberatsa, (4) lerden gerria,

Erne begia;

Nolako panpina (5) den horra Maria!

Erle bat (6) da Maria etche barnean,

Eta landan orobat hari lanean

Behar denean;

Aphaintzeko pulliki behin astean,

Noiz? Igandean;

Uztai beharrik ez du soinaren pean.

Solas alegera bat errana gatik,

Irri freskorik baizen ez dut izan nik

Maria ganik;

Adizkidekin ez du handitasunik;

Bainan hargatik!

Ez erran Mariari solas arinik!


Mariak baratzean badu berea,

Udan eta neguan lorez bethea

Errek-artea;

Bere loren artean erdi-gordea.

Gacho maitea, (7)

Bera da pullitena hango lorea!


Mariak balinbadu moltsa joria,

Merkatura guateko badu saskia

Churi-churia; (8)

Arroltze lau dotzena, oilasko bia,

Salduz guzia,

Zertako den aberats horra Maria!

Jendek errana-gatik hal'eta hola, ...

Maria batzuetan ez jakin nola

Goibel (9) dagola;

Bertzetan nigartto bat jausten zaiola...

Zer zaio achola?

Baluke nahi balu aise kontsola!


Igandetan Maria zinez panpina;

Zapata chabalekin soin motch urdina

Berak egina;

Elizako bidean arin-arina,

Mila sorgina! (10)

Errege baldin banitz zer erregina!


I.

MARIE.


Comme d' autres on dit avant moi:

Que "c' est en entendant beaucoup qu' on apprend beaucoup"

Je crois qu' il est bon,

Afin que tous sachent comme je le sais

Qui nous disions donc qui est Marie.

Mollet rond et jarret mince,

Pied qu' une main contiendrait,

Tout petit, tout petit,

Riche poitrine, taille svelte,

Oeil vif;

Voilà quelle poupée est Marie!

Dans la maison Marie est une abeille,

Et elle ne dédaigne pas de travailler aux champs

Quand' il le faut;

Pour se parer gentiment une fois par semaine,

Quand? Le dimanche;

Elle n' a pas besoin de cercle (crinoline) sous sa robe.


Si quelque fois j' ai dit une parole gaie,

Je n' ai reçu que frais rire

De Marie;

Elle n' a pas de fierté avec les amis;

Mais, pourtant!

N' allez pas dire à Marie de paroles légères!


Marie possède au jardin, lui appartenant en propre,

Et garnie de fleurs eté comme hiver,

Un carré;

Á moitié cachée au milieu de ses fleurs,

Pauvre petite,

C' est elle qui est la plus jolie fleur du carré.


Si Marie possède une petite bouse bien garnie,

C' est qu' elle a, pour aller au marché,

Une corbeille toute blanche;

Quatre douzaine d' œufs d' un coté, deux poulets de l' autre, 

En vendant le tout,

Voilà pourquoi Marie se trouve être riche!


Malgré que le monde dise et ceci et celà...

Que quelquefois Marie, on ne sait comment

a l' air triste;

Que, d' autres fois, un pleur coule de ses yeux...

Que lui importe?

Elle trouverait, si elle voulait, aisément à se consoler!


C' est le dimanche surtout que Marie est vraiment une poupée 

Avec des souliers plats, robe courte et bleue

qu' elle a cousu elle même;

Parcourant d' un pas si leger, si leger, le chemin de l' église, 

Ah! vertubleu!

Si j' étais roi, quelle reine. (N. E. reïne, royne)


(1) Aztal biribil eta zangar hertsia! La voz aztal-a, se traduce en general en el dialecto labortano por pantorrilla (mollet); en el guipuzcoano por pierna (jambe), jarrete (jarret), y úsase como sinónimo de zanko-a, en el bn., por talón (talon). Pouvreau escribe astal-a, con s. - Su propio autor ha traducido este verso: Mollet rond et jarret mince, frase que no me es dado verter al castellano con la claridad y precisión que deseara.

(2) Zango bihia. La parte baja de la pierna, tan diminuta, que puede contenerse o estrecharse en la mano.

(3) Ttiki-ttikia. Antes de ahora he hablado de repeticiones de este género, tan comunes y expresivas, que se usan frecuentemente en bascuence, a guisa de superlativos. La palabra ttiki, se pronuncia de una manera muy semejante a chiki, dando a la ch inicial (ch francesa) toda la expresión posible de dulzura.

(4) Golkho bat aberatsa... seno rico, es decir, pronunciado. Nótese la delicadeza con que está usada la voz aberatsa.

(5) La voz panpina, significa propiamente en el dialecto labortano muñeca (poupée), y se aplica por extensión en sentido laudatorio a las niñas bien puestas o adornadas. El dialecto guipuzcoano emplea en la misma acepción, y como sinónima de esta, la voz panposa, que dudo se halle en ningún Diccionario.

(6) La voz erle-a (abeja - abeille) se halla usada como personificación del trabajo, de una constante laboriosidad.

(7) Frase dulcísima, e intraducible literalmente. Dice mucho más que la empleada como correspondiente en francés: pauvre petite, y la de pobre pequeñuela, de que uso en mi versión castellana. 

(8) Churi-churi-a. Blanco - blanquísimo.

(9) Goibel-a. d. d., oscuro. Dícese generalmente hablando del

cielo o del horizonte, y procede indudablemente de goi-beltz-a, (alto o altura negra). En sentido figurado se aplica a las personas, en la acepción de sombrío, triste.

(10) Exclamación originalísima que equivale literalmente a ¡mil brujas!


I.

MARÍA.

Como otros han dicho antes que yo, "que oyendo mucho mucho se aprende", creo que es bueno, para que todos sepan como yo sé, que digamos quién es María.

Torneada pantorrilla, reducida tibia, de pie que podría coger en una mano, pequeño, pequeñísimo, rico seno, talle esbelto, ojo vivo y penetrante; ¡hé ahí qué linda doncella es María!

María es una abeja en el hogar, y no tiene asimismo inconveniente en trabajar en el campo, cuando es preciso; y para adornarse graciosamente una vez a la semana, ¿cuándo?, el domingo, no necesita de miriñaque bajo su vestido.

Si alguna vez le he dicho (le he dirigido) alguna frase alegre (festiva), sólo he obtenido de ella una fresca risotada; no tiene vanidad alguna con sus amigos, pero, por lo mismo, no dirijáis a María palabras ligeras (frases atrevidas).

María posee un jardín, propio suyo, lleno de flores, así en verano como en invierno: medio oculta entre sus flores, la pobre pequeñuela, es ella la más bonita de entre todas aquellas flores.

Si María posee una bolsa bien repleta, es que ella tiene una cesta, blanca, blanquísima, para acudir al mercado; cuatro docenas de huevos por una parte, dos pollitos por otra, para venderlo todo... ¡Hé ahí por qué se encuentra rica María!

Aunque el mundo diga esto y aquello... que María, sin saber por qué, está a veces, triste y sombría; que, otras, una lágrima se desliza de sus ojos... ¿qué le importa a ella? Ella encontraría fácilmente consuelo si quisiera.

¡Cuán bella, cuán adornada está María, sobre todo los domingos!; con zapatos bajos, vestido corto azul, cosido por ella misma, marchando ligera camino de la Iglesia... ¡mil brujas! si yo fuera rey qué reina.



II.
Aingeru bati.

Maite dut eta ezin erran
Aingeru bati maite dudala,
Zeru garbiak arratsean
Izarra maite duen bezala! (1)
Zer! ez da bada zorigaitza
Mintzatu nahi ezin mintza?
Non nahi naizen gogoan dut
Gauaz, egunaz, aingeru hori; (2)
Urrundik franko chede badut,
Bainan hurbildik ezin atrebi!
Hurbildik ezin atrebi!
Hurbildu eta ez naiteke atrebi!

Igande bat zen ikustean
Nik aingerua lehen aldikotz;
Haren itchura bihotzean
Geroztik hor dut eta bethikotz!
Meza zen hari aldarean...
Belhauniko zen othoitzean...
Gero behatuz zerueri
Agur ezti bat egorri zuen
Aingeru bere laguneri... 
Ordu beretik maithatu nuen!
Orduan maithatu nuen!
Ondikoz! (3) nik orduan maithatu nuen!

Ez! gehiago mundu huntan
Esperantzarik ez da neretzat!
Hura hain gora! ni herrestan! (4)
Nola gaitezke gu elkarrentzat?
Lurra gizonen da lekhua;
Aingeruena da zerua.
Zertako zare zu zerutik
Lurrera jautsi, nere maitea,
Eta zertako bihotzetik
Hola dautazu khendu bakea?
Zertako, nere maitea,
Khendu dautazu bihotzetik bakea?

Uri ondotik osto-pean
Ikharan dago gaso lantchurda:
Haize dorpheak ematean
Lohi beltzerat eror beldur da;
Maitea, zutaz orhoitzean,
Beldur bera dut bihotzean;
Garbia zare. Oi! behautzu
Lohirat eror, zuk, aingerua!
Ez beha lurra, beha zazu
Lurra ihesiz beha zerua!
Ba! behautzu, aingerua,
Ez beha lurra, beha zazu zerua!

(1) Zeru garbiak... Esta lindísima imagen recuerda completamente a Vilinch.
(2) Non (donde) nahi (quiera) naizen (que me halle), dut (tengo) gogoan (en el pensamiento, en la mente) aingeru (ángel) hori (ese).
(3) Ondikoz! Es una interjección que equivale a la francesa Hélas! y a las españolas ¡Ay! ¡ay de mí!
(4) Hura hain gora! ni herrestan! Ella tan alto y yo arrastrándome!... (Véase esta voz en el Vocabulario final.)


II.
A UN ANGE.

J' aime et ne peux dire
Á un ange que je l' aime,
Comme le ciel pur aime l' étoile le soir!

Quoi! n' est-ce donc pas malheureux
Vouloir parler et ne pas le pouvoir?
Partout où je me trouve, de nuit comme de jour,
Je pense toujours à cet ange;
Quand je suis loin d' elle, l' intention de lui parler ne
Me faut pas défaut; mais de près, je n' ose plus!
De près, je n' ose plus!
Une fois près d' elle, je n' ose lui parler!

C' était un dimanche quand je vis
L' ange pour la première fois;
Depuis lors, son image je l' ai là dans mon
Coeur et pour toujours!
La messe se disait à l' autel...
Agenouillée, elle priait...
Puis, élevant ses yeux vers le ciel
Elle envoya un gracieux salut
Á ses camarades, les anges...
Dès ce moment, je l' aimai!
C' est alors que je l' aimai!
Helàs! oui, c' est alors que je l' aimai!!!

Non! Désormais sur cette terre
Plus d' espérance pour moi!
Elle planant si haut! Moi rampant si bas!
Comment pouvons-nous être l' un à l' autre?
La terre est le séjour des hommes;
Celui des anges est le Ciel.
Pourquoi vous, ma bien-aimée, êtes-vous
Descendue du ciel sùr la terre,
Et pourquoi avez vous, ainsi, enlevé
La paix de mon cœur?
Pourquoi, ma bien-aimée,
Avez-vous enlevé la paix de mon cœur?

Après la pluie, sous les feuilles d' arbre,
Tremble la pauvre petite goutte de rosée:
Un fort coup de vent soufflant,
Elle a peur de tomber dans la boue noire;
Ma bien aimée, quand je pense à vous,
Mon cœur éprouve la même crainte;
Vous êtes pure, oh! prenez garde
De tomber dans la boue, vous, ange!
Ne regardez pas vers la terre; non! en détournant 
Vos regards de la terre, fixez vos yeux vers le ciel! 
Oui! prenez-garde, ange,
Ne regardez pas la terre, regardez le ciel!


A un ángel.

Amo a un ángel, y no puedo decírselo, como el límpido cielo ama de noche a la estrella! ¡Qué! ¿No es desgracia querer hablar y no poder hacerlo? Donde quiera que me encuentre, de día y de noche, tengo a ese ángel en mi pensamiento. De lejos (cuando me hallo lejos de ella) siento bastante resolución (para decírselo); pero cuando la contemplo de cerca no me atrevo. De cerca no me atrevo, una vez cerca de ella no puedo atreverme.

Era un domingo cuando vi por vez primera al (a ese) ángel; desde aquel momento, tengo ahí, para siempre su imagen en mi corazón! Decíase la misa en el altar, ella arrodillada oraba; luego, alzando su vista al cielo, envió un dulce adiós a sus compañeros, los ángeles... ¡Desde aquel momento la amé! ¡Desde aquel momento la amé! ¡Ay! fue desde entonces que yo la amé!

No! No hay ha (ya) esperanza alguna para mí en este mundo! ¡Ella tan alto, yo arrastrándome por la tierra! ¿Cómo podemos ser nosotros el uno para el otro? La tierra es la morada de los hombres, la de los ángeles es el cielo. ¿Para qué, amada mía, has descendido del cielo a la tierra? ¿Para qué me has arrancado así la paz del corazón? ¿Para qué, amada mía, me has arrancado la paz del corazón?

Tras de la lluvia, bajo las hojas (del árbol) está (se oculta) temblorosa la pobre gota de rocío; teme que un fuerte golpe de viento la haga caer en el negro lodo. Amada mía, cuando me acuerdo de ti, el mismo miedo abrigo en el corazón. Eres pura; cuida, ángel mío, no caigas en el cieno! No mires a la tierra, huye de ella y alza tus miradas al cielo! Sí, cuida, ángel mío, no mires a la tierra, dirige tu vista al cielo.

viernes, 18 de agosto de 2023

IV. ANDREGEYA. Edmond Guibert de Ezpeleta.

IV. 

ANDREGEYA. 

Poesía de Edmond Guibert de Ezpeleta.

(dialecto labortano)

ANDREGEYA. 

BALADA. 

Entre los espectáculos con que anualmente ameniza su fiestas locales el pueblecillo de Sara, situado a 28 kilómetros de Bayona, a 13 de San Juan de Luz, y a dos pasos de la raya de Navarra, en la vecina frontera francesa, cuéntanse los certámenes de poesía euskára y los concursos de verzolaris o coblaçaris creados hace ya bastantes años por iniciativa del distinguido vascófilo M. Antoine d' Abbadie, miembro de la Academia 

francesa, con el laudable y patriótico fin de mantener viva la antiquísima lengua vascongada, y de fomentar su cultivo y el desarrollo de su literatura. (1) 

(1) Este año los concursos citados se han celebrado en Saint-Palais, en vez de Sara, los días 27, 28 y 29 de Agosto último, habiéndose presentado hasta diez y ocho composiciones escritas al certamen de poesía, obteniendo el premio, (ochenta francos y un precioso makilla), Mr. Darroupe Harluz, de Urruña, por una preciosa composición, titulada: Chori kayolatic ihes goan dena (N. E. leo iges;), y concediéndose además una mención honorífica a un poeta guipuzcoano, que oculta su nombre con el velo de la modestia, por una poesía que lleva el siguiente lema: 1812. - *Gurutzearen garaitpena euskualdunakin Nabasen. 

Los poetas e improvisadores vascos del otro lado de la frontera se dan cita anualmente para estas fiestas, que conservan todo el carácter y colorido de las antiguas diversiones euskáras, y que además de ofrecer grato solaz al gran concurso de gentes que a ellas acude, mantienen vivo el recuerdo y el cariño a las tradicionales costumbres del país, rindiendo a la vez culto a su idioma y su literatura, que no ganan poco con actos de esta índole, que me holgara de ver imitados en los pueblos vascos de aquende el Pirineo.

Son muchos los poetas que con verdadero entusiasmo y laudable constancia han probado sus fuerzas en estos certámenes, deseosos de conseguir el honorífico makilla agregado por M. de Laborde-Noguez, de Ustaritz, al premio en metálico instituido por M. d' Abbadie, como recompensa al autor de la poesía que el Jurado designado al efecto señale digna de tal lauro; y entre ellos se cuenta Edmond Guibert, autor de la preciosa balada Andregeya, que tengo el gusto de incluir hoy en el Cancionero vasco, trabajo que fue presentado al concurso de Sara, en 1869, mereciendo del Jurado una mención honorífica, ya que superior por sus ideas y su composición a la poesía clasificada en primer término, no pudo concedérsele aquella distinción, a causa de algunas faltas gramaticales de que adolecía.

El joven e ilustrado escritor Mr. Jules Vinson hizo corregir al autor algunos de dichos defectos, y dio a conocer en un folleto la poesía, ilustrada con diversas notas gramaticales y acompañada de una traducción literal en francés, con el objeto sin duda de estimular así más y más al cultivo de la literatura vascongada, para la que mostraba excelentes disposiciones, a M. Edmond Guibert, en cuyo obsequio manifestaba Jules Vinson que sólo había escrito hasta aquella fecha cuatro composiciones en lengua euskara.

Desgraciadamente, Guibert, joven aún y lleno de esperanzas, sucumbió poco después en Burdeos, hace ya cinco años.

Andregeya es una composición tan tierna como sentida, y está presentada bajo una forma verdaderamente dramática.

La amante María, sombría y silenciosa como aquella noche que en pocas frases describe admirablemente el poeta, puesta en su ventana soñando con los dulces recuerdos de su infancia, muerta la sonrisa en sus labios, 

sus ojos hinchados por las lágrimas, triste y melancólica por la pérdida de sus padres, y por el vago presentimiento que agita su alma de la muerte de su prometido, es una figura por demás interesante y simpática al lector, que desde el momento se hace partícipe de las desgracias que la afligen, y teme por la suerte que le espera.

Las quejas que exhala al aire el dolorido corazón de María no pueden ser más sentidas. 

En ellas se deja ver el puro e intenso amor que tiene a aquel hombre tan bello, tan listo, tan fuerte, (¡hain eder zen, hain erne, hain askar!), recuerdo evocado con los ojos preñados de lágrimas por la hermosa doncella; el puro cariño a sus padres, el triste presentimiento que agrava sus penas y su presente y su temor por el porvenir, juntamente con su confianza en Dios, en quien pone su pensamiento, y a Quien se dirige en sus oraciones, que le prestan la fortaleza y la resignación necesarias para vivir, triste y sin dicha, es verdad, pues no tiene noticias de su fiel amante y prometido, pero para vivir al fin, ausente de él, y consagrándole una vida inmaculada de cariñosos recuerdos.

El final de la composición es muy sencillo pero muy dramático a la vez; su desenlace sorprende agradablemente al lector, que ve llegar con gusto el término a las penas de María, y en toda ella reinan una gran naturalidad y un colorido sombrío y melancólico, que ajustan perfectamente a la índole del asunto.

Andregeya es, pues, una bellísima composición, interesante por su fondo, y bien desarrollada en su forma; su lenguaje es sencillo, pero no por eso falto de cierta elegancia que le separa de la vulgaridad, y las 

imágenes empleadas por el poeta están muy en su lugar.

Una que otra ligera incorrección gramatical, y alguna frase un poco dura quizás, son los lunares de que adolece, lunares que bien pueden dispensarse a un poeta joven y principiante, en gracia a su buen deseo, 

y a las felices disposiciones que revelaba para el cultivo de este arte.

La música a que se halla ajustada esta composición, y que verán los lectores del Cancionero, señalada con el número IV en el Apéndice que va al final de este tomo, es la de la antigua y popular canción Inchauspeko alaba. 

He aquí ahora esta bellísima poesía:


ANDREGEYA. (1)

Poesía por Edmond Guibert. 


Gauerdi da (2) herrico (3) orenean; (4)

nihon ez da argirik lurrean;

ez ditake mendian adi (5) deusik, (6)

haizearen harrabotsa (7) baisik.


Yautsia (8) da loa begietarat;

choil (9) halere (10) neskateha (11) gazte bat,

bere (12) leihoan, gau hura (13) bezen (14) triste,

atzarria (15) dago orai arte.


Zazpi urthe bethe dire (16) yadanik,

yoanez geroz maitea herritik,

eta (17) huna (18) urthe bat Mariari

ez diola berriric egorri. (19) 


Idortean (20) lorea laster histen: (21)

tristezian Maria hiratzen; (22)

ezpainetan ya hil zayo irria; (23)

bethea du nigarrez begia.


Urso batek, galduz geroz laguna,

Kantatzeaz eztitzen (24) du phena;

andregeyak, hegaztin (25) bat iduri,

igortzen' tu (26) hitz hauk (27) haizeari:


“Yoan denean, oraino haurra nintzen, (28)

“anaya bat kasik neretzat zen;

“erreztun bat, ait'-amen (29) aintzinean, (30)

“eman darot, (31) adios erraitean. (32)


“Orduz (33) geroz, maiz eguiten dut nigar;

“¡hain (34) eder zen, hain erne, (35) hain azkar! 

"etzuen, ez, mendietan pareric;

“urrundu da... nik ez dut berririk.


"Bihotzean duda bat dut sentitzen:

“maitea hil beldur (36) naiz othe (37) den;

"nere ama gaitzak niri yoan daut yaz, (38)

“oinhazeak (39) gabetu (40) nau aitaz.

“Gelditu naiz nere amasorekin; (41)

"sustengatzen gare elgarrekin: (42)

"nik gidatzen (43) ditut haren urratsak, (44)

“hark chukatzen (45) dait nere nigarrak.


“Emaiten dut ner', ustea Yaunean: 

“indarra dut hartzen othoitzean; (46)

"bainan ez da neretzat zorionik: (47)

"maitearen ez baitut berririk.” 


Kolpez, borthan yotzen du esku batek,

boz batek dio: “Idekazu, idek!" (48)

andregeya, boz hau ezagutzean,

chutitzen (49) da, ikhara zainetan.


Idekitzen du amasok athea:

Mariaren han zagon maitea!

“O! Yaun ona!" et' altchatuz eskuak,

bedeikatzen ditu bere haurrak.


Iduskiak argitzendu (50) men lian...

Mari' orai ez da tristezian;

Elizako ezkilek bozki yotzen (51)

Andregeya egun da ezkontzen.


TRADUCCIÓN CASTELLANA. 

LA PROMETIDA. 

Es la media noche en el reloj del pueblo, = por ningún lado se divisa una sola luz sobre la tierra, = ni un rumor se escucha en la montaña = si no es el ruido del viento.

El sueño ha bajado sobre (todos) los ojos; = sólo una joven doncella, = a su ventana, triste como la noche = vela todavía.

Siete largos años han transcurrido = desde que el bien amado partió del país, = y un año hace ya que a su María = no ha enviado noticias suyas. 

Con la sequía la flor se agosta presto, = con la tristeza María se marchita; = en sus labios ha muerto ya la sonrisa, = sus ojos están llenos de lágrimas.

La paloma, cuando pierde su compañera, = endulza sus penas con su canto, = la prometida, semejante a un pájaro, = la (sic, lanza, da) al viento estas palabras:

"Cuando partió, todavía era yo una niña, = casi un hermano era él para mí; = un anillo, en presencia de mis padres, = me entregó, al darme su adiós. 

Desde entonces, lloro a menudo; = ¡era tan bello, tan listo, tan fuerte!, = no tenía, no, rival en las montañas; = se ha alejado... y no tengo noticias suyas.

En el corazón siento una duda: = tengo miedo, (presiento), si mi bien querido habrá muerto; = la enfermedad me privó de mi madre el año pasado, = el dolor, (causado por esta pérdida), se llevó a mi padre.

"He quedado sola con mi abuela; = nos sostenemos ambas mutuamente: = yo guío sus pasos, = ella seca mi llanto.

Pongo mi pensamiento en el Señor, (Dios), = préstame fuerzas la oración; = pero no habrá dicha para mí = si no tengo, (en tanto no tenga) noticias de mi amado.” 

Golpeando, una mano llama a la puerta, = una voz dice: "Abrid, abrid", = La prometida, al reconocer esta voz, = se levanta, toda temblorosa.

La anciana abuela abre la puerta: = ¡Aquí está el amante de María! = ¡Oh, Dios bondadoso! (dice), y levantando, (elevando), sus manos = bendice a sus hijos.

El sol brilla en la montaña... = María no está ya triste, = las campanas de la Iglesia repican alegres, = la prometida se casa hoy.


NOTAS FILOLÓGICAS Y GRAMATICALES.

(1) Andregeya. Palabra compuesta de Andre, mujer, andrea, la mujer, (N. E. contrario que andros, griego, varón, hombre) común a todos los dialectos del vascuence, y geya (geia), o gaya en el dial. guip. 

(N. E. Gaya : Gea, la gran madre tierra) - La mujer prometida, la esposa, (en la verdadera significación etimológica de esta palabra.)

La palabra andrea en el dialecto vizcaíno expresa la mujer casada, pero en los demás dialectos lo mismo suele significar la casada que la soltera.

(2) Da, tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo izan, ser. La a de da suele cambiarse en el dial. lab. en e, cuando le siguen las subfijas n y l: así se dice, dana o dena, lo que es.

(3) Herri, en los dial. lab. y bn., erri en el guip. y vizc., significa pueblo, aunque a veces se toma también en el sentido de país, como en Euscal-erria, el pueblo o país euskaro.

(4) Oren, en los dial. lab. y bn., se emplea por hora. - Orenea, reloj. 

(5) Adi, aditu, aitu, oír, entender. Adierazo, hacer entender o comprender. (N. E. latín: audio, audito, audere, inaudito, &c.)

(6) Deus, lab., bn., Alguna cosa. Con la negación ez, tiene, como en este caso, la significación de nada.

(7) Harrabotsa, lab. abarroxa, bn., abarrots, guip. y vizc., ruido desagradable. De abar o adar, (rama), y ots, otsa, (ruido): ruido o criyido de las ramas al desgajarse.

(8) Yautsi, yauzi, yausi, lab., jautsi, jausten, lab., bn., jatzi, jacsi, vizc., jachi o jechi, guip., bajar, descender. (N. E. jaitsi según el traductor de Google)

(9) Choil, choilk, soil, lab., bn., guip., desierto, desnudo, estéril. La voz choil, solo, lab. y bn., es una variante de soil, soilla, o solla.

(10) Halere, hala-ere, halabere, lab., bn., ala ere, (alare), guip., alambere, (alan-bere) vizc., alarikere, (hala-r-ik-ere), lab., sin embargo, no obstante, a pesar de...

(11) Neskatcha, bn., neskato, lab., bn., nessca, nescacha, guip., nescatilla, vizc., joven, muchacha.

(12) Bere, pronombre posesivo, suyo, suya. En plural, Beren. Se emplea también esta voz como adverbio y con la significación de también, como en el siguiente ejemplo: “Ez bacarric gazteac, baita bere (o baita ere) zarrac.” 

(13) Hura, ura, pronombre demostrativo. Suele emplearse también como pronombre personal de la 3.a persona.

(14) Bezain, bezen, bezin, basen, así, como, tan.

(15) Atzarri, atzarten, lab., bn., velar.

(16) Dire, dirade. Tercera persona del plural del presente de indicativo del verbo izan: Zazpi urthe bethe dire, Hace siete años cumplidos.

(17) Eta, conjunción, y. Suele escribirse y decirse a menudo ta, por contracción, en vez de eta.

(18) Huna, lab., bn., Ona, guip., vizc., He aquí.

(19) Egorri, igor, igorri, igortzen, lab., bn., enviar. Nótese la variación de la vocal inicial. 

(20) Idor, idortu, idortzen, lab., bn.; igar, igartu, guip., vizc., secar, marchitarse.

(21) Histu, histen, lab., hixten, bn., ertsi, vizc., ichi, guip., cerrar. - En la frase “Idortean lorea laster histen," está sobreentendido el auxiliar (da), licencia muy frecuente en la poesía vascongada.

(22) Hiratzen, (hiratu), lab., bn., marchitarse. Lo mismo que en la oración anterior está sobreentendido el auxiliar.

(23) Irria, guip., lab., bn.; hirri, lab., reír. Sustantivo compuesto, farra, la risa.

(24) Eztitzen, (eztitu), endulzar. De eztia, la miel. Una de las particularidades del vascuence es la gran facilidad que tiene de formar verbos de los nombres, ya adjetivos, ya sustantivos, punto en el que, tanto la lengua castellana, como la latina, son muy inconstantes.

El castellano tiene malear, del adjetivo malo, hermosear, de hermoso, afear, de feo, pero no sigue regla alguna para innumerables casos, lo mismo que el latín.

En cambio, en vascuence, de cualquier adjetivo se hace inmediatamente un verbo, sin más que quitarle el artículo final, y añadirle la terminación tu o du. Ejemplos: Ona, ondu; gaistoa, gaistotu; laztana, laztandu;

zucena, zucendu; oquerra, oquertu; etc., sucediendo lo mismo con los sustantivos, como se ve en eztitu, de eztiya; bildostu, de bildotza; otsotu, de otsua; chacurtu, de chacurra; dando de este modo una gran concisión y elegancia a las frases, a la vez que un gran caudal a la lengua, sin necesidad de acudir a verbos extraños para expresar el pensamiento.

Y esto mismo se nota en la formación de los verbos de los pronombres, conjugación muy delicada y común en el vascuence. Así sucede en Neretu o neuretu, zeuretu o zuretu, beretu, guretu, zubendu, eurendu, y otros.

Una lengua que tiene tal flexibilidad en sus voces y obedece a tan sabio organismo, ¿puede decirse con razón que es pobre, cuánto menos que es un guirigay, como han pretendido algunos escritores?

(25) Hegaztin, lab., bn., egazti, guip., vizc., ave.

El Sr. W. J. Van Eys, en su Dictionnaire basque français, (Amsterdam, 1873), manifiesta la opinión de que esta palabra sea un participio derivado de la palabra hegatz, hegax o egats, pluma, suponiendo que quizás la voz egaxquin es una forma mejor conservada de egaxkin por egatz-eguin, es decir, hecho o cubierto de pluma, que no otra cosa es el ave.

Respetando la ilustrada opinión precedente, me permitiré exponer esta duda: La palabra egazkin, o egaztin, (¿) no tendrá tal vez más natural origen etimológico en las voces egaz-eguin, de egoa, ega, ala, egaaz, 

egaatu, volar, y el verbo eguin, hacer. Es decir, el que vuela, o el ave?

'tu por ditu, abreviación muy comúnmente empleada en la conversación, aunque los escritores modernos no la emplean ya en sus escritos. El ilustrado escritor Mr. Vinson, hace notar la falta que existe al usar aquí el tiempo ditu, en vez del diotza o diozka.

(27) Hau, hauk, hunec, lab., hau, hauk, hunek, bn., au, auk (avec), onec, guip. y vizc., esto, esta, de estos, de estas.

(28) Nintzen, contracción de Ni, pronombre personal, e izen o izan. Ni nintzen o nintzan.

(29) Ait'-amen, contracción de aita ta amaren.

(30) Aitzin, l., ainzin, bn., delante. Ait'-amen ain-tzinean, delante de mi padre y madre.

(31) Darot, daut. Son una misma forma, sólo que daut se emplea únicamente en la conversación, y darot es teórica, aunque no por eso menos auténtica y real.

En el dial. guip. se hubiera dicho eman diot, le he dado, o mejor todavía, eman niyon, le di, pues es tiempo pasado.

(32) Erran, erraiten, lib., bn., decir, contestar.

Imperativo. Errok, di. Equivale al verbo guip. ezan.

(33) Orduz gueroz, ordutic. Desde entonces.

(34) Hain, lab., bn., ain, añ, guip., ain, vizc., tan, tanto, si... 

(35) Erne, lab., ernai, ernaya, guip., ágil, vivo, ligero, etc.

(36) Beldur, lab., bn., guip., bildur, guip., vizc., miedo. 

(37) Othe, palabra expletiva de duda o interrogación. - ¿Bai othe? ¿será cierto, será posible?

(38) Yaz, por igaz, guip., vizc., igez, iyez, vizc., jaz, lab. y bn., el año pasado. En tiempos anteriores.

(39) Oinhazea, oñazea, oñacia, dolor.

(40) Gabetu, gabetzen, privar, ser privado.

(41) Amaso, bn., amona, (ama-ona madre buena), ama-andria, amasaba, amagoya, abuela. (N. E. turco: büyükanne, madre : anne)

(42) Elgar, elkor, bn., elkar, lab., elcar, alcar; guip., vizc., uno y otro, mutuamente.

(43) Gidatu, gidatzen, guidatu, guidatzen, dirigir, guiar.

(44) Urrats, urratsac, guip. y vizc., urhats, lab. urhax, bn., paso.

(45) Chukatu, chukatzen, lab. Chukhatu, bn., chucatu, chucatzen, guip., secar.

(46) Othoitza, lab. bn., la oración.

(47) Zori, suerte, fortuna. Esta palabra va siempre acompañada de un calificativo: así zori-ona, equivale a dicha, felicidad, buena fortuna; zori gaistoa (o kaistoa), a desgracia, mala suerte.

(48) Ideki, idiqui, ibiqui, abrir. Idek, es imperativo.

(49) Chut, chutik, chutitu; lab., bn., zut, zutic; zutitu, guip., vizc., de pie, derecho, levantarse, ponerse en pie.

(50) Argitzen du. Sin régimen determinado. Expresión muy vascongada.

(51) Yotzen, (jotzen.) Está sobreentendido el auxiliar.

Vocabulario basco - castellano - francés - A - Z

Vocabulario basco – castellano – francés de todas las voces euskaras contenidas en este volumen. (N. E. Consultar también  https://euskara-e...